Algunos textos nacieron por el 2006, eran voces que me atravesaban. Ahora las renuevo subiéndolas al blog, como si fueran fotos viejas de rostros que ya no tengo pero que me gusta recordar y compartir.

Otros textos son imágenes que me visitan, que se superponen, que quedan sueltas, amontonadas, a los gritos y en silencio. Imágenes que van y vienen, me abrazan o me escupen, y yo ahí escribiéndolas.

jueves, 2 de marzo de 2017

matar al Padre

hacerlo percha
descuartizarlo

desfigurarlo

pedirle que se retire
así en pedazos
como pueda, como sea

que se vaya

apilarlo en un rincón
tomarlo con pinzas

hilar fino para
unir lo peor posible sus partes

y así todo recauchutado
transformarlo en marioneta
usarlo de hazme reír
 y llorar de la risa
con sus banalidades
con sus pocos modales
con su talento para arruinar
todas y cada una de las escenas
donde aparece la hija buena

que siempre quiso ser hija
y buena.




2 comentarios:

  1. Es solo querer que cambie...como nos pasa a casi todos.

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  2. reflexión, para mi que los padres no cambian
    matarlos serìa quizás aceptar eso (?)

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