Algunos textos nacieron por el 2006, eran voces que me atravesaban. Ahora las renuevo subiéndolas al blog, como si fueran fotos viejas de rostros que ya no tengo pero que me gusta recordar y compartir.

Otros textos son imágenes que me visitan, que se superponen, que quedan sueltas, amontonadas, a los gritos y en silencio. Imágenes que van y vienen, me abrazan o me escupen, y yo ahí escribiéndolas.

domingo, 29 de enero de 2012

Un día que me había enamorado

Querido A:

Quiero solo la idea de su presencia que ES solo entre nosotros.
Estar ahí, pendiendo, pendular del hilo de esta hoja me hace apreciar el momento de antes que exista esto que somos juntos.

La idea de todo lo que aún no somos invade el futuro echándolo todo a perder.
Siempre que juntos hablemos de otro modo podremos vivir lo que viene sin temor.

Somos la construcción  constante del miedo al futuro?
Quiero de una vez sacarme la realidad del tiempo.

Querido A:
Siempre me dirijo a lugares que me canso obstinadamente en describir al detalle, tal cual ahora.
Ahora quiero saber si estamos jugando al fútbol o por aprender una receta de la abuela.

 Tengo sensación de eternidad otra vez  y siento una vez más que nunca antes la tuve.

Si sigo naciendo nunca voy a aprender del pasado.
Empiezo a entender lo interesante de de la muerte.
Si logro morir todo el tiempo podré desenredarme y volar como antes cuando no conocía.

Pongamos en segundo plano lo que siempre parece importante.
No quiero ser parte de algo, quiero ser ese algo del que somos parte.

Ahora somos extras. Ahora somos la tinta del guionista. Ahora somos las ideas antes de nacer.
La alegría de un juego de niños. La tranquilidad de cuando nos atraviesa el mismo estado.
El agua en donde nadan todas las especies.
El espacio entre el momento anterior y el próximo llamado.
La posibilidad de ser siempre un encuentro en potencia. Un momento a fin con el universo.
Todo lo que se forma desde una esencia y todas las transformaciones.
Somos el respeto a la incertidumbre. Todas las intensiones genuinas de cualquier cosa. El amor que tenemos por otros. La sensación errada de que estamos solos. La sensación de libertad caminando bajo la lluvia o en un día de sol.
Somos la necesidad de no depender del otro y las ganas de querernos.
Somos el abandono de una discusión inútil. La creación de una realidad paralela. La voluntad de ser crudos. Somos la opción de la simpleza. Muchos momentos agradables. Lo que no juzga a la envidia y todo lo que no es juzgado. 

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